Cuando Internet llegó a mi casa solo tenía 10 años. A partir de ese momento, mi mundo giró en torno al ordenador. Chats públicos, MSN Messenger, creación de páginas de MSN Groups, blogs, y de cuentas en mil y una webs de diferente tipología. Enseñar mi imagen a través de una webcam o subirla a mi perfil de Messenger o en mis «antiguas» Redes Sociales…
Todos estos acontecimientos me hicieron llegar a un hecho que marcó mi vida para siempre: hablar durante meses con una persona que suplantó la identidad de otra. Este «misterio» que a día de hoy sigo sin haber resuelto, me hizo reflexionar sobre lo POCO que conocía Internet y lo FÁCIL que es ser engañado si no TIENES CONOCIMIENTOS.